Golazo en dos tiempos: Adriana Garlobo (II)

Continuamos con la segunda parte de nuestro Golazo en dos tiempos dedicado a una de las defensas centrales más talentosas que integró nuestras selecciones nacionales, la cienfueguera devenida villaclareña Adriana Garlobo.

-¿Con cuál entrenador sentiste más empatía?

Bueno tuve muy buenas relaciones con todos mis entrenadores, pero tuve más empatía con Francisco Trueba que con los demás.  Él nos conocía tan al dedillo que me sentía muy a gusto, la verdad.

-¿Jugadora con la que mejor te entendiste?

No tuve mucha suerte al entenderme con otras jugadoras, pues había mucha rivalidad, pero si tengo que destacar a Olga Soler, quien fue, además de mi compañera, mi amiga, mi guía dentro del equipo. Ella y yo nos llevábamos muy bien, y la primera en acercarse y dar consejos en todo era ella.

-¿Un juego que nunca olvidarás?

La discusión de la medalla de bronce panamericana, mi mejor evento y mejor resultado.

-¿Una anécdota que recuerdes?

Son muchas anécdotas, pero la que nunca olvido es cuando empatamos con Venezuela; nos reunieron y Trueba nos leyó fábulas el día antes de la discusión de las medallas para levantarnos el ánimo, porque habíamos perdido la oportunidad de haber discutido el oro y, como el equipo cogió fuerza, al día siguiente le ganamos a Brasil en su terreno. Para nosotros fue lo más grande en ese momento

-¿Qué significaba para ti la piscina?

La piscina es mi vida. Me trae recuerdos inolvidables y nostalgias, recuerdos que nunca olvidaré.

Lea la primera parte de esta entrevista en Golazo en dos tiempos: Adriana Garlobo (I)